
callada, observo e introduzco mis manos en tu pensar,
ahí donde colindan tus deseos,
y suavemente pasan tus manos por mis fantasías,
por el lienzo que es mi cuerpo,
creando en mí ese cuadro de nunca acabar,
haciendo de cada noche nuestra, una obra maestra,
tomando nueva fuerza nuestros delirios…
Sentir tu mirada abrasadora, devoradora…y temblar.
Cuantas veces he soñado en lo oscuro de la noche,
pero aun no lo he vivido…
Mi pelo azabache parece indicar al viento
que los mece firmes, temiendo acariciar…
Sembrando deseos, descubres turgencias insospechadas,
curvas, caderas, en acabadas cinceladas,
sonrisas tiernas rematando el cuadro,
y soy deseada por ti...
Tus labios sonríen, y yo me siento amada.
Esta noche, en tus sueños, soñarás con mis caderas,
ríos de pasión fluirán por ellas...
temblará tu piel bajo mi falda,
porque amarte no es decirte que te extraño en mi cama,
amarte es suplicarte que me entregues tu llama,
es implorarte que calmes mi ansiedad,
es invitarte a escribir poemas entre mis brazos
por el placer de añorarnos, por el dolor de extrañarnos,
desnudos de preguntas, de ayeres, de ropas…
Me miras como amante fiero, pero me besas
con la suavidad que tienen tus besos…
Soy tuya amor, aunque estés lejos en esta distancia…

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