Recuérdame que sigo viva
entre los poros de tu piel
con las yemas de tus dedos
bajo tu lengua y la mía.

Llévame flotando a tu cielo
entre sábanas mojadas
vibrar, saltar como espuma
de mar azul ardiente.

Déjame en ese espacio
entre gemidos, suspiros, llantos,
arquea mi cuerpo vencido
del placer que ya es tuyo.

Vacíame en mil caricias
entre abrazos y ojos fundidos
manos expertas, sabias
exhaustas de tanto tocar.

Susúrrame mientras te imploro
un minuto mas de tiempo
que soy tu hembra, tu yo
que sin ti, no tengo vida.




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